miércoles, 18 de agosto de 2010

EL COMANDANTE PUEBLO

martes, 3 de agosto de 2010

Hacia una educación emancipadora


Proyecto que propone repensar un nuevo modelo de Educación revisando política y socialmente, términos como popular, público y democrático.

El presente proyecto resumido propone repensar un nuevo modelo de Educación a partir de revisar analíticamente, pero también en una dimensión social y política, términos como popular, público y democrático. Estas palabras aunque cuentan con una alta difusión merecen ser consideradas críticamente en relación con un nuevo modelo de país que enmarca en un proyecto transformador de bienestar para nuestros pueblos. Reivindicar el carácter público de la educación es dar respuestas a las consecuencias de la fragmentación del sistema público en relación directa con el avance del sector privado. Desde 1990 hasta 2008, -es decir, más allá de los cambios de gobiernos y sus reformas educativas- subsisten “circuitos educativos diferenciados”: una educación de elite para los sectores medios mejor posicionados y los sectores altos, mientras que la escuela pública, a la que asisten los sectores más empobrecidos, es sistemáticamente vaciada de recursos.
Sabemos que el contexto en el se ha desarrollado este panorama comenzó a cobrar fuerza con el auge del neoliberalismo y la injerencia de los organismos internacionales en los países “dependientes”; y es que los sectores dominantes a nivel mundial no solo tienen un proyecto económico, social y político, sino también educativo. Precisamente a partir de esta situación, consideramos imprescindible garantizar el acceso a una educación de calidad. La reconstrucción del sistema educativo debe incluir, entonces, múltiples dimensiones: la infraestructura, los recursos didácticos, el planeamiento de los contenidos. Es igualmente necesario reformular los ejes conceptuales y pedagógicos del modelo escolar. Es por ello que la base del sistema debe reorientarse hacia una matriz popular: por un lado, incluyendo y dignificando los saberes de los niños y jóvenes que pertenecen a grupos con diversas pertenencias culturales; cuyos saberes han sido históricamente negados por el modelo escolar tradicional. Por otro, considerando que la educación es un proceso permanente, que abarca todas las etapas de la vida y que va mucho mas allá de la escuela. Apostamos por una educación emancipadora, y por eso decimos que ser alfabeto en la actualidad supera ampliamente el aprendizaje de la lectura y la escritura. Por el contrario, implica toda una trama de conocimientos que un ciudadano necesita para analizar crítica y autónomamente los hechos de su entorno barrial, municipal, nacional e internacional.
En relación a esto último, se hace necesario diferenciar conocimiento de información: es el conocimiento el que permite interpretar críticamente el enorme volumen de información al que estamos expuestos cotidianamente a través de los medios de comunicación. Asimismo, estas reflexiones también aluden al sistema universitario: una misma lógica ha tendido, en los últimos años, a entrecruzar mecanismos de funcionamiento y planificación en universidades públicas y privadas en torno al mercado. La direccionalidad del planeamiento de la educación superior debe atender a las complejas realidades de los países latinoamericanos, posibilitando la construcción de conocimientos para superar problemáticas locales y regionales, y fundamentalmente su relación con la dinámica de los países hegemónicos.
¿Como puede llevarse adelante este conjunto de propuestas? Sólo reconociendo el lugar central que ocupan los docentes, dignificando su remuneración y construyendo una formación docente altamente calificada, con actualización y perfeccionamiento permanentes, pero junto a ellos, construyendo un modelo verdaderamente democrático.
Es decir, generando mecanismos de participación efectiva para que puedan intervenir en los distintos momentos de la política educativa, incluyendo su propia formación.

Paula Martinez Responsable de comunicación y difusión el Equipo de Coordinación del IPPS